domingo, 26 de febrero de 2017

Informe Científicas en Cifras 2015

La Unidad de Mujeres y Ciencia (UMyC) del Ministerio de Economía, Industria y Competitividad, ha publicado recientemente el Informe Científicas en cifras 2015, en el que analiza la presencia de hombres y mujeres en el sistema de I+D+i a nivel estatal, así como la integración del enfoque de género en el contenido de la investigación y la innovación. Desde diversas organismos y centros de investigación se lleva años advirtiendo sobre la persistencia de brechas de género que son el origen de numerosas distorsiones, inequidades, ineficiencias y pérdida de recursos, principalmente capital humano, en el sistema de I+D+i. Desde Naciones Unidas se ha declarado que la igualdad de género en la ciencia es vital para realizar los Objetivos de Desarrollo Sostenible incluidos en la Agenda 2030. También la UE señala que las mujeres europeas sobresalen en la educación superior, y sin embargo, representan sólo un tercio del personal dedicado a la investigación y alrededor de una quinta parte de los académicos de alto nivel(1) y proponiendo actuaciones para su corrección. 

El informe proporciona numerosos indicadores sobre el contexto general, universidades, organismos públicos de investigación (OPIs), y sobre la presencia de hombres y mujeres en las distintas convocatorias de apoyo a la I+D+i en el Plan Estatal. Los indicadores de contexto muestran que ha habido pocos cambios en la proporción de mujeres en el conjunto del personal investigador en España, que se mantiene en el 39% desde 2009. Por sector, hay representación equilibrada en la enseñanza superior (con un 42% de investigadoras) y en la administración pública (46% de mujeres) pero continúa siendo muy baja la proporción de mujeres entre el personal investigador del sector empresarial, solo un 31%. 

En las universidades, se mantiene la segregación vertical. Hay infrarrepresentación femenina en el mayor rango de la carrera investigadora (grado A) en las universidades públicas, contándose solo un 21% de mujeres en el total de cátedras en el curso 2014-2015. Se mantiene igualmente el desequilibrio por menor presencia femenina en los órganos unipersonales de gobierno en 2015, destacando el bajísimo porcentaje de rectoras (2%). Es ocupado por mujeres el 39% de los vicerrectorados, el 27% de los decanatos y direcciones de centro, el 27% de las direcciones de departamento y el 19% de las direcciones de Instituto universitario. Sólo hay equilibrio en los vicedecanatos y subdirecciones de centro, donde las mujeres suponen el 47%. 

En cuanto a la segregación horizontal de género, se observa que en las universidades públicas en el curso 2014-15 sigue habiendo menor presencia femenina en el personal investigador en las áreas de Ingeniería y Tecnología (23%), Ciencias Naturales (34%) y Ciencias Agrarias (36%). Se ha avanzado en Ciencias Médicas y de la Salud, al alcanzarse el equilibrio de género en el curso 2013-14 (40%), que sube un punto en el curso 2014-2015 (41%). Se mantiene el equilibrio de género en Humanidades (46% de mujeres) y Ciencias Sociales (45% de mujeres). En cuanto a las medidas adoptadas por las universidades públicas para resolver las desigualdades de género, a finales de 2015, el 73% contaba con un plan de igualdad vigente. 

La distribución de mujeres y hombres en los Organismos Públicos de Investigación (OPIs) en 2014 muestra que desciende abiertamente la presencia de mujeres al aumentar el nivel en la carrera investigadora, llegando a una proporción desequilibrada en el nivel más alto. Las mujeres son el 58% del total de personal de grado D, el 43% y el 41% de los grados C y B, respectivamente, y el 25% del personal de grado A. Pese a que son mujeres el 43% del personal investigador en este tipo de centro, en los órganos de gobierno no había en 2015 ninguna mujer presidente o directora, y solo el 18% del total de las direcciones de centros o institutos era ostentada por una mujer. 

En cuanto a las convocatorias de ayudas en el marco del Plan Estatal, se alcanzó representación equilibrada en las comisiones de evaluación del 56% de las ayudas a recursos humanos y en el 30% de las de proyectos. En estas mismas convocatorias de ayudas a la I+D+i, a partir de 2013 cambia la tendencia en la que la relación entre solicitudes y concesiones perjudicaba sistemáticamente a las mujeres, observándose que las tasas de éxito en el conjunto de ayudas de recursos humanos son iguales para mujeres y hombres (38% para mujeres y 39% para hombres en 2014), o con brechas por lo general menores y que no favorecen sistemáticamente a los hombres. Sin embargo, las mujeres siguen beneficiándose menos en las convocatorias de proyectos, obteniendo menores tasas de éxito que los hombres (33% en mujeres y 36% en hombres) en su concesión, aunque las brechas de género tienden también a ser menores. 

Como iniciativa correctora a nivel nacional destaca la Hoja de Ruta del Espacio Europeo de Investigación (ERA) para España, que incluye como una de sus prioridades, al igual que la europea, la igualdad de género y transversalidad de género en la investigación. Se apoya la Hoja de Ruta para España en dos instrumentos principales: la revisión y adecuación de procedimientos y criterios utilizados en las convocatorias públicas de ayudas a la I+D+i, y la elaboración de directrices, fomento de buenas prácticas y formación. 

(1) She figures 2015. Gender in Research and Innovation. European Commission. Directorate-General for Research and Innovation.