lunes, 27 de febrero de 2023

La igualdad de género en el Mecanismo de Recuperación y Resiliencia

La pandemia producida por la pandemia del COVID-19 y sus profundas consecuencias en la situación socio- económica han impulsado una movilización importante de recursos financieros y políticos por parte de la Unión Europea, en el contexto del Mecanismo de Recuperación y Resiliencia (MRR), instrumento mediante el cual se articula el Fondo Next Generation EU, a su vez parte del Marco Financiero Plurianual 2021-2027. La evidencia de los efectos especialmente graves que la crisis causó en las mujeres, y de cómo afectó a los avances alcanzados en la igualdad de género, puso sobre la mesa la necesidad de introducir la igualdad de género en el MRR, y trasladarla a los Planes nacionales mediante los que éste se ha articulado. Esto supuso a la vez, una oportunidad para dar un nuevo impulso a las tradicionales políticas de igualdad entre hombres y mujeres de la Unión Europea. En abril de 2022, el Parlamento europeo publicó un informe sobre cómo los estados miembros estaban aplicando la igualdad de género en sus planes nacionales, que fue actualizado en octubre de ese mismo año.

Una primera conclusión de estos informes fue que, aunque en consonancia con la regulación del MRR todos los países analizados declaran tener la igualdad de género como objetivo horizontal, solo algunos estados miembros han puesto en marcha, de manera explícita, reformas específicas o inversiones relacionadas con retos derivados de la igualdad de género o que tuvieran a las mujeres como beneficiarias. Las medidas más numerosas y variadas, con la igualdad de género claramente identificada en fases o hitos y objetivos asociados, se encuentran en los planes nacionales de Bélgica, Estonia, España, Italia y Austria. Para estos países, la Comisión estima que el 1,6%, 6,7%, 8,2%, 3,8% y 9,3% de sus medidas, respectivamente, se dirigen a mejorar la igualdad de género.

Bélgica, según la Comisión, ha aplicado en su Plan nacional un enfoque dual, que aborda tanto las consecuencias de la pandemia como desigualdades estructurales, entre ellas las laborales. En cuanto a Estonia, ha planeado medidas orientadas a reducir la brecha salarial y la segregación laboral, y a mejorar la presencia de mujeres en profesiones tecnológicas. Por su parte España cuenta, según la Comisión, con un Plan fuertemente centrado en el equilibrio en la presencia de mujeres y hombres, una de las cuatro líneas transversales junto con la transición verde, la digital, y la cohesión social y territorial. Italia, por otro lado, aborda mejoras en las políticas de empleo, cohesión social y territorial, instituciones sociales y en el sistema de salud. Por último Austria, según la Comisión, ha transversalizado la igualdad de género en todo su Plan nacional, y particularmente destaca el esfuerzo previsto en reformar las pensiones para reducir las brechas de género.

También se identifican ejemplos interesantes de reformas e inversiones explícitamente dirigidas a la igualdad de género en los planes de Francia, Grecia, Irlanda, Croacia, Chipre, Malta, Países bajos, Polonia y Portugal. En general, estas medidas se focalizan en sectores tradicionales, como el cuidado de descendientes y la educación, o en la reforma del sistema de pensiones. Otro grupo de países, aunque cuentan con propuestas potencialmente beneficiosas para la igualdad de género, no desarrollan acciones u objetivos concretos. Es el caso de Bulgaria, República Checa, Dinamarca, Alemania, Grecia, Letonia, Lituania, Luxemburgo, Países Bajos, Rumanía, Eslovenia, Eslovaquia, Finlandia y Suecia.

Fuente: Sapala, M. (2022). Gender equality in the Recovery and Resilience Facility. European Parliamentary Research Service.