jueves, 31 de agosto de 2023

Prácticas destacadas en Presupuestación con perspectiva de género (PPG) en la OCDE

El presupuesto público trasciende la mera asignación y establecimiento de recursos económicos. Es una declaración de las prioridades nacionales, que en materia de género puede contribuir a los esfuerzos gubernamentales por reducir desigualdades como la brecha salarial o las relacionadas con el empleo. Cerrar las brechas de género requiere una acción de gobierno coordinada, que acompase decisiones legales, regulatorias, políticas y presupuestarias. La manera en que el gobierno ingresa y gasta, tiene poderosas implicaciones de orden social, medioambiental y económico, modelando las elecciones de la ciudadanía en cuanto a su participación social y económica.

Actualmente, más del 60% de los países de la OCDE han implementado los PPG, frente al 44% que lo hacían en 2015. Existe entre ellos una enorme variedad de enfoques de PPG, todos ellos relevantes. Paralelamente, muchos países se encuentran en fases tempranas de desarrollo de esta herramienta, por lo que es importante identificar y mostrar buenas prácticas que proporcionen orientaciones para asegurar, sea cual sea el enfoque que se esté poniendo en juego, su impacto y sostenibilidad.

En el informe Prácticas destacadas de PPG en la OCDE, publicado recientemente, se identifican 7 prácticas o hitos destacados en cuanto a la aplicación de los PPG, ejemplarizados con casos país. Se han obtenido tanto de la experiencia de la Red para la presupuestación con enfoque de género de la OCDE, como de la información procedente del apoyo directo que esta institución presta a los diferentes países.

La primera práctica identificada, aplicada en Suecia, es el fortalecimiento de la relación entre el presupuesto y los objetivos estratégicos de género, posibilitando que el gobierno establezca prioridades claras en relación con la igualdad entre mujeres y hombres. El segundo elemento citado es que los PPG tengan un respaldo legal, lo que asegura su sostenibilidad y el seguimiento de su impacto, más allá de los ciclos políticos, como ocurre en la experiencia española, destacada por el informe.

En tercer lugar, se recoge el hecho de que los PPG se hayan incorporado al marco presupuestario general, de manera que son regulados por la autoridad presupuestaria central, y son incluidos en cualquier proceso de reforma presupuestaria, como se puede observar en Islandia. Un cuarto hito a tener en cuenta según la OCDE, es que los PPG estén presentes en todas las fases del ciclo presupuestario, como el caso de Austria, que además ha incluido los PPG en su Constitución nacional. La quinta buena práctica descrita es que los PPG se encuentren respaldados por datos y diagnósticos de género sólidos, siendo Canadá un buen ejemplo en este sentido.

La capacitación continua del personal en materia de PPG, como se lleva a cabo por ejemplo en México, es el sexto elemento a tener en cuenta según el informe. Por último, se cita la mejora de la transparencia y la rendición de cuentas del gobierno, como consecuencia de la aplicación de los PPG, como ocurre en Irlanda.

Fuente: Nicol, Scherie. (2023). OECD Best Practices for Gender Budgeting. OECD Journal on Budgeting. 
https://read.oecd-ilibrary.org/governance/oecd-best-practices-for-gender-budgeting_9574ed6f-en#page4