Un informe del Consejo Superior de Cámaras de Comercio concluye que:
a) La diversidad de género, entendida como un
fenómeno transversal, es minoritaria en las empresas
españolas: el porcentaje de empresas que cuenta con al menos un 30% de mujeres en sus puestos de responsabilidad, tanto en el ámbito
directivo como en el técnico, ni siquiera alcanza el 1%
(0,8%). La diversidad en puestos directivos es también muy
reducida (sólo un 2,7% de las empresas alcanza una masa
crítica en sus puestos de dirección) y sólo la diversidad en puestos de responsabilidad técnicos presenta valores más altos (un
36,1%).
b) La diversidad de género es más frecuente a medida
que aumenta el tamaño de las empresas, si las empresas son
públicas o si tienen alguna participación de carácter
institucional (están participadas por otras empresas, bancos, fondos de
inversión, mutuas o sector público).
c) Las empresas que en este momento han alcanzado
niveles altos de diversidad presentan un alto grado de
feminización de su empleo; son empresas en las que las plantillas presentan
altos niveles de educación (y superiores en las mujeres); y
que pertenecen principalmente al sector Otros servicios (servicios de alta cualificación y alto valor añadido).
d) Las empresas que no alcanzan una masa crítica de
mujeres en puestos de responsabilidad ni del ámbito técnico
ni del directivo (sin diversidad) son empresas en las que la presencia de
mujeres es relativamente baja en todas las ocupaciones
técnicas tanto de alta como de media y baja cualificación. Asimismo, esta baja presencia femenina se observa para todos los niveles
de educación, es decir, el porcentaje de mujeres con nivel
educativo universitario no es tampoco alto. Este resultado apunta a barreras de entrada a estas empresas más que a barreras intra
empresariales (que se observarían con una alta segregación
ocupacional o infra representación en los puestos de responsabilidad)
seguramente relacionadas con las actividades económicas de
las mismas.
e) Por último, en relación con la organización del
trabajo, en las empresas diversas se observa un peso relativamente alto de las ocupaciones de “cuello blanco”, especialmente
de las de mayor cualificación (directivos, profesionales y
técnicos y profesionales y técnicos de apoyo), una mayor estabilidad
en el empleo y, salvo en el caso de las empresas con
diversidad en puestos técnicos, salarios mayores y menores
brechas salariales de género tanto en la plantilla en general como en los
puestos de responsabilidad.