jueves, 28 de septiembre de 2017

II ESADE Gender Monitor: equilibrio de género en las empresas

Este estudio, que ha llevado a cabo ESADE por segundo año consecutivo en el marco de la plataforma de las Naciones Unidas HeForShe, analiza la situación de la igualdad de género en las empresas españolas, a partir de una encuesta realizada a una muestra de 192 mujeres que ocupan cargos de mandos intermedios o directivos y que, entre otras características, cuentan con más de 15 años de experiencia profesional.

Entre las principales barreras para la igualdad, la encuesta revela que tres de cada diez directivas encuestadas perciben la desigualdad salarial como la principal barrera de género en la empresa, seguida de la dificultad para la conciliación, que afecta a una de cada cuatro encuestadas y la falta de reconocimiento en las tareas realizadas. La desigualdad se manifiesta también en el hecho de que aunque muchos comités de dirección (el 85%) de las empresas analizadas tienen mujeres, sólo en el 10% de los mismos la presencia de las mismas es equilibrada.

Se han detectado mejoras con respecto a los resultados de la encuesta del año 2016, en relación principalmente con la toma de conciencia por parte de las empresas sobre la importancia de la conciliación para proporcionar equilibrio y bienestar a sus empleados, que redunda en mayor adhesión y productividad: casi tres de cada diez encuestadas declaran contar con estas medidas y trabajar en empresas cuya cultura está basada en la confianza y el cumplimiento de objetivos; cinco de cada diez observan algunos avances en su organización en esta dirección y menos de dos de cada diez trabajan en empresas que premian el “presentismo”. Sin embargo, se observa igualmente una preocupante falta de planes ordenados y de estrategias claras que permitan cambios reales, que toquen la cultura de la organización, lo que puede desembocar en confusión generalizada e incluso rechazo entre los empleados varones que interpreten estas medidas como discriminatorias hacia ellos. 

La presencia de mujeres en los comités de dirección, señala el estudio, se considera clave para consolidar los cambios, ya que sólo la existencia de una masa crítica de mujeres co-definiendo las políticas empresariales junto a sus homólogos hombres permitirá una verdadera inclusión (que represente los intereses de todo el personal) y no una mera integración de las mujeres en estructuras organizacionales que ya existían. Vincular los objetivos económicos de los directivos con indicadores que persigan este equilibrio es un modo muy eficaz de impulsar el proceso, y varias empresas españolas ya han implantado esta medida. Igualmente, el estudio señala otra vía para que las empresas puedan conservar el talento, mediante el diseño de posiciones de responsabilidad que se puedan desarrollar a tiempo parcial o entre varias personas, medida habitual en otros países. 

En este sentido, el Informe de Evaluación de Impacto de Género del Presupuesto de la Comunidad Autónoma de Andalucía 2018, en su capítulo IV realiza un análisis de la presencia de hombres y mujeres entre el personal de la Junta de Andalucía. Pese a los rasgos propios del empleo en la función pública, se encuentran paralelismos evidentes entre éste y el mercado laboral en general. En relación con los resultados del estudio de ESADE, se reproducen las dificultades de las mujeres para acceder a los puestos de mayor responsabilidad. Pese a encontrarse el personal de la Junta claramente feminizado en todos sus colectivos (el porcentaje total de mujeres es del 64,6%), y estar aumentando paulatinamente la participación de mujeres en los grupos superiores de las escalas profesionales, su presencia sigue siendo menor, indicando la existencia de techos de cristal. Así, en los niveles 30 de la Administración General andaluza el porcentaje de mujeres es del 39,7% en 2017, mientras que la inspección educativa sigue siendo mayoritariamente masculina (27,6% de mujeres) y en el SAS, los niveles 27-29 presentan una proporción de mujeres del 27,2%. 

Estas limitaciones para las mujeres en el acceso a puestos de mayor responsabilidad y dedicación en el personal de la Administración andaluza, se dan, de forma más amplificada todavía, en las entidades instrumentales, el colectivo más próximo a la encuesta de ESADE. Con una presencia de hombres y mujeres en conjunto muy equilibrada, no se traslada dicha proporción a las diferentes categorías de puestos de poder y toma de decisiones, como son los órganos de gobierno del conjunto de estas entidades (33,3% de mujeres), los puestos de alto cargo (20,7%) o en el resto de puestos directivos (31%), donde la presencia de mujeres es siempre minoritaria. Finalmente, otro de los rasgos destacables desde la dimensión de género en este colectivo del sector instrumental, es el protagonismo de las mujeres en los contratos menos consolidados, concretamente los de duración determinada, que se traduce en una tasa de temporalidad laboral en las mujeres que casi duplica la de los hombres.