martes, 28 de diciembre de 2021

El Presupuesto con perspectiva de género en los países de G20

Alcanzar la igualdad de género sigue siendo un reto significativo, que se ha acentuado con el desarrollo de la pandemia por COVID-19. El Presupuesto con enfoque de género (PPG) puede ayudar a avanzar en la igualdad entre hombres y mujeres mediante la aplicación de la perspectiva de género a la política fiscal y al proceso presupuestario. El informe Presupuesto con perspectiva de género en los países de G20, de reciente publicación, elaborado por el Fondo Monetario Internacional, recoge prácticas de PPG en este grupo de países, y estudia los resultados por país usando un índice de PPG y datos recogidos en muestras realizadas por la propia institución.

Todos los países del G20 han puesto en marcha medidas fiscales con enfoque de género, pero los instrumentos para llevarlas a cabo están lejos de ser sistemáticos. Se evidenció que, dentro de la heterogeneidad entre países, el nivel de la presupuestación con enfoque de género en los países del G20 es relativamente bajo. Hay diferentes niveles de desarrollo de esta herramienta, y hay diferentes enfoques, lo que sugiere que no existe un solo modelo o un camino lineal para su implementación.

Los principales avances se han producido en cuanto al establecimiento de marcos de trabajo y en la preparación de herramientas presupuestarias de PPG que acompañan a la ejecución, control y auditoría. Muy pocos países han evaluado los impactos más contundentes de sus políticas de género, o/y llevado a cabo una evaluación ex post de los resultados de las mismas. Y allí donde los PPG están en marcha, se tiende a contemplarlos como una práctica adicional, más que a incluirlos como una parte estratégica e integrada en las decisiones de gasto. Por otra parte, los avances en PPG no parecen depender del nivel de desarrollo del país.

Será clave para esfuerzos futuros en materia de PPG localizar las brechas de género existentes y focalizar los esfuerzos en buscar las herramientas presupuestarias para reducirlas, todo ello aprovechando las oportunidades que ofrecen los sistemas de gestión fiscal existentes, y especialmente, teniendo en cuenta en las iniciativas de reforma fiscal.

Todos los países pueden hacer más para integrar una perspectiva de género a lo largo del ciclo presupuestario y optimizar los resultados en este sentido. Un enfoque adecuado de PPG requiere una mejor implementación del mismo en las fases de planificación del ciclo presupuestario para mejorar la sostenibilidad de las políticas de género. Así, muchos países incluyen objetivos de género en sus planes nacionales o sectoriales, pero no los trasladan al Presupuesto, lo que resta realismo a su implementación. Para el éxito de las reformas en cuanto a los PPG, el respaldo de unas políticas para la igualdad de género potentes, un liderazgo firme del Ministerio de Finanzas, y un marco normativo vinculante, son elementos fundamentales.

Concluye el informe que los PPG están siendo infrautilizados y como consecuencia, muchos países están perdiendo una valiosa oportunidad para aprovechar esta poderosa herramienta para la igualdad entre hombres y mujeres. Demasiados pocos países están evaluando ex ante y ex post la efectividad de sus políticas sobre la igualdad de género.

En este sentido, se destaca como buena práctica la de los PPG en Andalucía, donde el informe señala que se ha establecido una metodología propia, denominada Programa G+, en 2007, que identifica ex ante las políticas públicas con mayor impacto de género, y en el marco de la cual se están realizando auditorías de género y presupuesto desde 2013 (evaluación ex post).

FMI (2021), Gender Budgeting in G20 Countries. IFM Working paper. https://www.imf.org/en/Publications/WP/Issues/2021/11/12/Gender-Budgeting-in-G20-Countries-506816

lunes, 29 de noviembre de 2021

La igualdad de mujeres y hombres y el medio ambiente en el contexto los ODS – Informe OCDE

En octubre de 2021, la OCDE publicó el informe “Género y medio ambiente. Construyendo conocimiento y políticas para alcanzar los ODS”, que proporciona evidencias y razones para introducir la igualdad de género en los objetivos económicos, sociales y ambientales, mediante la identificación de retornos y sinergias entre las distintas políticas en el contexto de la Agenda 2030. Para ello, se señala en primer lugar la necesidad de superar las limitaciones debidas a la considerable carencia de datos sobre la relación entre ambas áreas del actual modelo de objetivos de desarrollo sostenible. Por ejemplo, de los 231 indicadores planteados, solo 20 proporcionan una dimensión de género en los factores ambientales. Surge así como prioridad la necesidad de una recogida de datos más sistemática en cuanto a los efectos diferenciados del medio ambiente sobre la salud de mujeres y hombres, las oportunidades económicas emergentes para el empleo femenino en la economía verde, y el papel de las mujeres en el cambio hacia patrones de consumo más sostenibles.

La OCDE expone cómo las mujeres en todo el mundo están viéndose afectadas de manera desproporcionada por el cambio climático, la deforestación, la degradación de las tierras, la desertificación, las crecientes sequías y saneamientos inadecuados. En países en desarrollo, esta situación se agrava por su menor acceso a la tierra, y a otros bienes; además enfrentan más barreras para acceder a trabajos decentes y a recursos financieros, agravadas por brechas en la formación y en el acceso a la información. También son más propensas a soportar una carga desproporcionada de trabajo no remunerado, incluyendo trabajo doméstico y cargas familiares. En países desarrollados, las mujeres deben afrontar mayores costes de oportunidad debido a medios de transporte e infraestructuras poco seguras, consecuencias insalubres de la polución del aire, el cambio climático y químicos tóxicos presentes en la cadena trófica. Según la OCDE, un enfoque responsable con el género en las políticas que rigen el uso de la tierra, del agua, de la energía y del transporte, permitirá a las sociedades apoyar y mejorar el papel de las mujeres en la promoción de un desarrollo económico más sostenible e inclusivo.

Por otra parte, se reconoce en el documento OCDE el papel de las mujeres en la demanda de justicia climática, llamando la atención sobre sus necesidades en relación con el medio ambiente a nivel local, nacional e internacional. Las mujeres son, según el organismo internacional, agentes de cambio en la transición hacia una economía baja en carbón, e identifica su protagonismo como parte de la fuerza de trabajo, como consumidoras y como decisoras.

Integrar la igualdad de género es esencial para una implementación exitosa de la economía circular, la gestión de los recursos naturales y la innovación digital, entre otras áreas. Igualmente, se identifican barreras a la plena participación de las mujeres en esta transición, como son las brechas de género en ciencia, tecnología, ingenierías y matemáticas (STEM). Y en mayor medida, determinadas normas culturales que aún persisten, y su extensión a las estructuras socioeconómicas, que limitan el acceso de las mujeres a oportunidades económicas y actividades ambientalmente sostenibles, así como al liderazgo ambiental, tanto en el sector público como en el privado. Esta transición justa debería incluir una perspectiva de género que promueva activamente el empoderamiento de las mujeres, para garantizar la igualdad de oportunidades para mujeres y hombres en la fuerza de trabajo.

Entre las medidas propuestas para incluir y consolidar la relación entre género y medio ambiente destacan: (i) el empoderamiento de las mujeres mediante su acceso igualitario a educación y salud de calidad, así como equilibrio de género en el seno de los órganos de decisión; (ii) políticas ambientales nacionales que incluyan el enfoque de género, y que analicen el impacto de género de los riesgos y peligros asociados al medio ambiente en la planificación específica sobre cambio climático, biodiversidad, océanos y economía circular; y (iii) transversalización de género en las políticas transfronterizas, concretamente en el comercio, las inversiones directas extranjeras, la responsabilidad social corporativa y la cooperación para el desarrollo.

OCDE (2021) Gender and the Environment. Building Evidence and Policies to Achieve the SDGs https://www.oecd.org/env/gender-and-the-environment-3d32ca39-en.htm

viernes, 29 de octubre de 2021

Análisis de la Encuesta de Población Activa (EPA). Tercer trimestre de 2021 desde la perspectiva de género

Descenso anual del paro en Andalucía, mayor para las mujeres
Tras cuatro trimestres de subida interanual, el paro baja en Andalucía respecto al mismo trimestre de 2020, en un -2,5% (-3,9% para las mujeres y -0,8% para los hombres), llegando a una cifra de 909.300 personas paradas, de las que el 52,9% son mujeres y el 47,1% hombres. La tasa de paro se sitúa así en un 22,4%, siendo por sexo 26% para las mujeres y 19,4% para los hombres. Estos porcentajes son más altos que los del conjunto nacional, donde la tasa global es del 14,6%, y por sexo, del 16,4% entre las mujeres y del 13% entre los hombres. En España, el paro baja un -8,2% (-8% en las mujeres y -8,5% en los hombres), y la cifra de población parada es de 3.416.700 personas.

Aumenta la ocupación, también más entre las mujeres
En cuanto al empleo, el número de personas ocupadas sube anualmente en Andalucía, un 5,4%, con mejor evolución para las mujeres (9,2%) que para los hombres (2,7%). La cifra total de ocupación es de 3.147.500 personas, un 43,6% de las cuales son mujeres y un 56,4% hombres. La tasa de empleo es del 44,6%, (38% en mujeres y 51,5% en hombres), por debajo de la tasa del 50,5% nacional (45,4% la femenina y 56% la masculina). La ocupación aumenta en el conjunto nacional un 4,5%, y también es mayor el incremento en las mujeres, del 6%, frente al 3,1% de los hombres. 
Se creó empleo en los sectores de la construcción (21.200 personas más, el 34% mujeres y el 66% hombres) y los servicios (168.800 empleos más, el 69,3% mujeres y el 30,7% hombres), y se destruyó en el agro (7.300 empleos menos, con tendencia inversa por sexo: 6.400 mujeres más, y 13.600 hombres menos) y la industria (20.600 personas menos, mujeres el 71,4% y hombres el 28,6%).

Baja el empleo por cuenta propia, y sube el asalariado. Más mujeres con empleo a tiempo parcial
El empleo por cuenta propia baja en Andalucía un -7,1%, sin diferencias significativas por sexo, y se sitúa en 502.800 personas (34,4% mujeres y 65,6% hombres). La tasa femenina de autoempleo es del 12,6%, y la masculina, del 18,6%. Por su parte, el total de personas asalariadas en Andalucía llega en el tercer trimestre de 2021 a 2.642.600, tras subir un 8,1% en el año (12,1% en mujeres y 5,1% en hombres). De estos empleos por cuenta ajena, el 66,5% son indefinidos, y el 33,5% temporales. La tasa de temporalidad es del 35% para las mujeres, y del 32,1% para los hombres. Por último, en cuanto al número de personas con trabajo a tiempo parcial, sube un 8,7% anual (11,7% para las mujeres y 1,1% para los hombres), en términos absolutos, 36.300 mujeres y 1.400 hombres más. Las tasas por sexo de este tipo de jornada son del 25,3% en mujeres y 7% en hombres.

Segundo trimestre de subida anual de la actividad y bajada de la inactividad en Andalucía
El número de personas activas llega a 4.056.800 (45,7% mujeres y 54,3% hombres), tras subir anualmente un 3,6% (5,5% para las mujeres y 2% para los hombres). Por su parte, la inactividad desciende un -3,2% (-4% la femenina y -2,1% la masculina), hasta 3.006.600 personas (58,5% mujeres y 41,5% hombres). Baja la inactividad por dedicarse a tareas del hogar un -9%, y son mujeres el 88,3% de las personas inactivas por este motivo. Suben sin embargo las inactivas por estar estudiando, un 4,2%, aunque solo entre las mujeres (9,7% más, mientras que bajan un -1,4% los hombres), y quienes perciben una pensión de jubilación, un 2,2% (5,9% entre las mujeres y 0,2% entre los hombres).

viernes, 24 de septiembre de 2021

Stock de Inversión Extranjera Directa y emprendimiento femenino

El estudio “Inversión extranjera y políticas públicas para el fomento del emprendimiento femenino”, publicado recientemente en la colección Papeles de Trabajo, del Instituto de Estudios Fiscales (IEF), analiza, teniendo en cuenta la dimensión espacial, los efectos que el stock de empresas multinacionales tiene sobre el fomento del emprendimiento femenino a nivel sectorial para las provincias españolas durante el periodo 2005-2016.

Durante la reciente crisis económica por la pandemia COVID-19, se ha destruido, según la OIT, casi el 5% de empleo femenino a nivel mundial (frente al 3,9% del masculino; ILO, 2021). Por ello es fundamental seguir insistiendo en la búsqueda de los determinantes que favorecen la entrada de las mujeres en el mercado laboral, dado el impacto socioeconómico que genera su participación en las actividades productivas: perspectivas de desarrollo profesional cualificado y utilización de los recursos disponibles de manera más eficiente.

La literatura económica se ha focalizado principalmente en el papel de la existencia de filiales de empresas multinacionales, conocidas como Inversión Extranjera Directa (IED) en la creación de empresas femeninas en los países en vía de desarrollo. Si bien en el caso de países industrializados -con un contexto socioeconómico estructuralmente diferente- dicha relación no ha representado objeto de estudio, la progresiva externalización de las actividades productivas hace que se trate de un tema de análisis que merece ser estudiado también en áreas desarrolladas. De ello se ocupa este estudio del IEF, mediante una metodología que fusiona información a nivel provincial de la Muestra continúa de vida laboral (MCVL), para conocer la creación de empresas dirigidas por mujeres, y del Sistema de Análisis de Balances Ibéricos (SABI), del que obtiene el stock de empresas extranjeras localizadas en España.

Los resultados confirman la existencia de una asociación positiva entre la densidad de filiales de IED y la creación de empresas femeninas a nivel provincial en España. Esta creación de empresas responde, en parte, a la necesidad de volver a ser parte de le población activa cuando se experimenta una destrucción de empleo por cuenta ajena. Por otra, responde también a la externalización de parte del proceso productivo o de otras formas de subcontratación que se vinculan directamente con la presencia de empresas multinacionales.

Otro aspecto interesante del estudio, que contribuye a la reflexión sobre la implementación de políticas de fomento de estrategias de crecimiento inclusivo de las mujeres en el mercado laboral, con formas de ocupación cualificada como las que se vinculan a la creación de empresas, es que identifica que todo esto ocurre en un contexto de actuación de libre mercado, perdiendo potencia los resultados en el caso de que se ponga en juego otro tipo de políticas públicas. En primer lugar, hay incentivos que las fuerzas económicas que regulan el mercado mismo pueden hacer efectivos para fomentar la creación de empresas de mujeres, que se alejan de las políticas de ayudas o de subsidios monetarios. En segundo, es importante considerar la relevancia de actuar con políticas territoriales coordinadas entre administraciones puesto que las externalidades entre provincias cercanas son importantes y de tal magnitud que, a veces, pueden superar el efecto mercado de una misma provincia.

Disponible en: https://www.ief.es/docs/destacados/publicaciones/papeles_trabajo/2021_02.pdf

viernes, 27 de agosto de 2021

Informe de la OCDE: Government at a glance 2021

Con frecuencia bienal, la OCDE publica un informe emblemático en materia de gobernanza pública, bajo el título “Government at a glance” (El gobierno de un vistazo), elaborado a partir de los datos más actualizados a nivel internacional sobre cómo trabajan y se desempeñan las administraciones públicas. La edición de 2021 incluye indicadores sobre empleo público y esfera política, con un enfoque especial en la representación por sexo. Según el informe, aunque muchos países han establecido objetivos de gobierno para mejorar en estos aspectos (concretamente el 42% en 2020, frente al 29% en 2016), y se han implementado medidas como el presupuesto con perspectiva de género, es necesario seguir realizando esfuerzos en este sentido.

En lo que se refiere a la igualdad de género en el empleo público, el informe manifiesta que una fuerza de trabajo inclusiva y diversa fortalece el desempeño de los gobiernos, mediante la innovación y el refuerzo de los valores centrales del servicio público, alineándolos con las necesidades de la comunidad, y mejorando el diálogo y la comunicación. En 2019, las mujeres suponían el 58% del empleo público en la OCDE (en parte debido a la pronunciada feminización de ciertos servicios públicos, como la docencia y la atención sanitaria). Sin embargo, pocos países de la OCDE presentan equilibrio de sexos en las posiciones senior en los gobiernos centrales, con una media de mujeres de solo el 37%. En casi todos los países, en cargos senior e intermedios, las mujeres están por debajo de la media del empleo público total, denotando dificultades de género en el ascenso en la escala de mando. No obstante, mayoritariamente, la tasa de mujeres en posiciones senior ha ido mejorando, destacando la República Eslovaca (15 p.p.), España (14 p.p.) y Suecia (11 p.p.). Concretamente España presentó en 2020 un 43% de mujeres en posiciones senior, y un 48% en intermedias.

El informe destaca igualmente la importancia de que gobiernos y parlamentos representen efectivamente, también en cuanto al sexo, a las poblaciones a las que sirven. Y no solo es relevante el número de escaños y sillones ministeriales, también lo es que haya igualdad efectiva en el acceso a los mismos. Esto requiere promocionar dicho acceso y eliminar barreras socioeconómicas a la participación política. En la media de la OCDE, el 31,6% de los escaños parlamentarios estaban ocupados por mujeres en 2021 (26% hace una década). España se encuentra entre los siete países con mejores resultados en este sentido, cercanos al 45% de mujeres. En cuanto a los consejos de gobierno, eran mujeres el 34% de sus integrantes en 2021 (6 p.p. más que en 2017). Países como España, Finlandia y Francia han alcanzado la paridad, y en 16 países las mujeres son más del 40%.

Por último, la OCDE insiste de manera creciente en la importancia del equilibrio de género en el liderazgo judicial, para asegurar transparencia y cumplimiento de la ley. Una mayor participación de las mujeres en la profesión judicial, sobre todo en posiciones senior, ayudaría a reducir estereotipos de género y animaría a las mujeres a defender sus derechos. En 2018, el 61% de la judicatura era ejercida por mujeres. Se siguen observando importantes brechas de género en los tribunales de máximo nivel: en cortes supremas, las mujeres eran solo el 36% en 2018, frente al 63% en tribunales de primera instancia y 54% en los de segunda instancia. Este patrón se debe a los persistentes estereotipos de género, a las dificultades para conciliar, y a debilidades relacionadas con el empoderamiento, mentoreo, redes profesionales y oportunidades de promoción. En España, en 2018, mientras que en tribunales de primera instancia el porcentaje de mujeres superaba el 60%, y en los de segunda se acercaba al 40%, en el tribunal supremo solo representaban el 20%.

Disponible en: https://www.oecd-ilibrary.org/governance/government-at-a-glance-2021_1c258f55-en;jsessionid=SYDg5QpM4B9LO7hZ7kuobFs3.ip-10-240-5-5

viernes, 30 de julio de 2021

Análisis de la Encuesta de Población Activa (EPA) del segundo trimestre de 2021 desde la perspectiva de género

Sube el paro en Andalucía, sobre todo entre las mujeres
El paro experimenta una subida anual en Andalucía, del 10,1%, situándose en una cifra de 868.100 personas. Por sexo, se incrementa en mayor medida entre las mujeres (14,2%) que entre los hombres (5,7%). La tasa de paro aumenta en 0,3 puntos porcentuales, y se cifra en el 21,6%. Por sexo, la femenina es del 25,5%, y la masculina, del 18,3%.

En España, el paro también sube con respecto al año anterior, un 5,2% (sube entre las mujeres un 12% y baja entre los hombres, un -1,7%). La tasa de desempleo disminuye en -0,1 puntos, a causa del descenso de la tasa masculina (-0,7 puntos), pues sube la femenina (0,6 puntos), cifrándose en el 13,4% y 17,4% respectivamente.

Aumenta igualmente el empleo, más para las mujeres
El empleo en Andalucía alcanza en el segundo trimestre de 2021 un total de 3.154.700 personas, al subir anualmente un 8,4%, con variaciones por sexo del 11,5% en mujeres (140.500 personas) y del 6,2% en hombres (105.200 personas más). La tasa de empleo andaluza sube en el año 3,3 puntos porcentuales, hasta el 44,8% (37,9% la femenina y 52% la masculina). También sube la tasa en España, en 2,6 puntos porcentuales, y se sitúa en el 49,6% (44,8% la femenina y 55,1% la masculina).

La subida del empleo andaluz alcanza a todos los sectores: 188.100 empleos más en servicios, 26.000 en construcción, 12.800 en la industria, y 18.800 más en el agro. En todos ellos aumenta para ambos sexos, salvo en la industria, donde se destruyen 7.700 empleos femeninos.

Baja el autoempleo, pero por sexo, solo desciende el masculino
Por segundo trimestre consecutivo, desciende anualmente el empleo por cuenta propia en Andalucía, un -2,2%, con diferencias por sexo (aumenta un 1,9% el femenino y baja un -4,2% el masculino). Aumenta sin embargo el empleo asalariado, un 10,8%, y lo hace para ambos sexos (13,1% en mujeres y 9% en hombres).

En cuanto a la tasa de temporalidad, sube en 3,2 puntos y llega al 32,9% (33,9% la femenina y 32,1% la masculina). Por último, la tasa de empleo a tiempo parcial aumenta 1,8 puntos, y se cifra en el 15,1% (25,4% entre las mujeres y 7,2% entre los hombres).

La inactividad andaluza baja por primera vez desde 2015
Sube la población activa en un 8,8% anual, y alcanza un total de 4.022.800 personas, lo que lleva la tasa de actividad al 57,1% (50,9% para las mujeres y 63,6% para los hombres). Con respecto a la inactividad, baja por primera vez desde 2015, un -8,8, lo que se traduce en un total de 3.023.400 personas inactivas, 292.400 menos que en 2020 (178.600 son mujeres y 113.800 hombres). La bajada se debe principalmente al descenso de la inactividad por dedicación a tareas del hogar, en -180.000 personas (-142.500 mujeres menos y -37.500 hombres). 
 

martes, 29 de junio de 2021

Informe del Tribunal de Cuentas Europeo. Integración de la perspectiva de género en el Presupuesto de la UE

Recientemente, el Tribunal de Cuentas Europeo ha emitido el Informe Especial 10/2021, “Integración de la perspectiva de género en el presupuesto de la UE: es el momento de pasar a la acción”. La Comisión Europea se ha comprometido a aplicar la integración de la perspectiva de género, y el Parlamento Europeo y el Consejo han insistido en la necesidad de que la UE cumpla sus compromisos de alto nivel en materia de integración de dicha perspectiva. Al negociar los marcos financieros plurianuales (MFP) 2014-2020 y 2021-2027, las tres instituciones coincidieron en la importancia de considerar en ellos la igualdad de género.

Según el Informe, la Auditoría realizada por el Tribunal de Cuentas, es ahora especialmente pertinente, porque la Comisión ha publicado recientemente una nueva Estrategia de igualdad de género. También es oportuna, ya que se gastará una cantidad significativa de fondos de la UE en el marco del nuevo MFP 2021-2027 y del Instrumento Europeo de Recuperación.

En el Informe se evalúa la aplicación de la integración de la perspectiva de género en el presupuesto de la UE para promover la igualdad entre mujeres y hombres a partir de 2014. Y en particular, si el marco de la Comisión para apoyar la integración de la perspectiva de género fue adecuado; si el ciclo presupuestario de la UE tuvo en cuenta la igualdad de género, y si la igualdad de género se incorporó a los cinco programas de financiación de la UE seleccionados: tres de los cinco Fondos Estructurales y de Inversión Europeos, el Fondo Europeo Agrícola de Garantía y Erasmus+. En conjunto, estos representan el 66 % del MFP 2014-2020. También se analizan algunas de las propuestas clave de financiación de la Comisión relacionadas con el MFP 2021-2027 y el Instrumento Europeo de Recuperación.

El Informe llega a la conclusión de que la Comisión todavía no ha cumplido su compromiso con la integración de la perspectiva de género en el presupuesto de la UE, y constata que la Estrategia de la Comisión para la igualdad de género no promueve suficientemente la integración del enfoque de género y que su marco institucional, pese a haber sido reforzado, no apoya plenamente dicha integración. Además, el ciclo presupuestario de la UE no tiene debidamente en cuenta la igualdad de género. La Comisión prestó poca atención al análisis de género de las políticas y programas examinados. Hizo un uso limitado de los datos e indicadores desglosados por sexo y publicó poca información sobre el impacto global del Presupuesto de la UE en la igualdad de género. Sin embargo, en los ámbitos en los que se establecieron requisitos legales detallados, esto facilitó la incorporación de la igualdad de género a los programas.

En vista de todo lo anterior, el Informe incluye una serie de recomendaciones a la Comisión. En primer lugar, reforzar el marco institucional para apoyar la integración de la perspectiva de género. También se recomienda llevar a cabo análisis de género de las necesidades e impactos, y actualizar sus directrices para la mejora de la legislación, así como recabar, analizar y notificar sistemáticamente los datos desglosados por sexo con los que se cuenta para los programas de financiación de la UE. También se aconseja utilizar objetivos e indicadores relativos al género para supervisar los avances, desarrollar un sistema de seguimiento de los fondos asignados y utilizados para apoyar la igualdad de género e informar anualmente sobre los resultados logrados en términos de igualdad de género. Finalmente, el Tribunal de cuentas recomienda evaluar y notificar si los planes de recuperación y resiliencia de los Estados miembros abordan la igualdad entre mujeres y hombres.

Informe disponible en: https://www.eca.europa.eu/es/Pages/NewsItem.aspx?nid=15414 

viernes, 28 de mayo de 2021

Informe sobre “Pesupuestación de inversiones con perspectiva de género” - OCDE

La inversión en capital es un área de política que a menudo se considera no relevante al género. Sin embargo, este tipo de inversión tiene un impacto poderoso en la forma en que las sociedades operan. Asegurar que el diseño de proyectos de capital tenga en cuenta los impactos de género juega un papel muy importante para avanzar en la igualdad entre hombres y mujeres. En esta realidad indaga el informe “Presupuestación de inversiones con perspectiva de género” recientemente publicado por el Comité de personal alto funcionario de Presupuesto de la OCDE.

La inversión en capital contribuye al desarrollo económico y asegura que los servicios esenciales estén a disposición de la ciudadanía. Una pobre planificación y gestión de las inversiones puede tener efectos nocivos. La inversión pública debe beneficiar a toda la población, para lo cual es necesario tener en cuenta las diferencias debidas al género. Mujeres, hombres, y personas con diversidad de género, hacen un uso diferente de las infraestructuras, debido a sus también distintos roles sociales, patrones de trabajo y preferencias. Así, las mujeres invierten más tiempo en la llamada movilidad del cuidado, para llevar a los descendientes al colegio, guarderías, hospitales u otros servicios sociales y, en general, hacen más uso del transporte público. En consecuencia, por ejemplo, estaciones de tren iluminadas y seguras, benefician en mayor medida a las mujeres, mientras que los hombres se ven más favorecidos por la construcción de autopistas.

En respuesta al COVID-19, los gobiernos están invirtiendo trillones de dólares en paquetes de medidas destinadas a la recuperación, que incluyen importantes partidas para infraestructuras. Estas futuras inversiones de soporte a las economías, representan una oportunidad sin precedentes para reducir las desigualdades a la vez que se acortan las brechas globales en infraestructuras, estimulando la economía y equilibrando los balances gubernamentales. De cara a promover una recuperación más justa, y salvaguardar nuestras sociedades y economías frente a futuras crisis, es imperativo que la inversión en capital considere los beneficios para la igualdad de hombres y mujeres. Las normas y guías de actuación deben tender a una mejor toma de decisiones de inversión en este ámbito, basadas en la evidencia y tecnología disponibles, para una provisión de servicios más eficaz, eficiente e inclusiva, en particular en lo que se refiere a los usos e impactos diferenciales en hombres y mujeres. Además, tomar decisiones correctamente informadas es fundamental especialmente en el terreno de las infraestructuras, pues su largo ciclo de vida determina fuertemente el futuro colectivo de la población a partir de decisiones tomadas hoy. En particular, en el contexto del Presupuesto como herramienta central de los gobiernos, se debe tener en cuenta el impacto de la inversión en infraestructuras en la igualdad de género

El documento de la OCDE incluye una serie de herramientas básicas, como son: la aplicación del enfoque de género para el diseño de indicadores de resultado en programas de infraestructuras, exigir evaluaciones de impacto de género para las propuestas de presupuesto de capital, realizar una evaluación de impacto de género del programa general de inversión de capital incluido en el Presupuesto, requerir un análisis de coste-beneficio que tenga en cuenta las consideraciones de género para acompañar las propuestas de presupuesto de capital, y exigir evaluaciones de impacto de género en la ejecución presupuestaria de proyectos de inversión específicos.

Los gobiernos pueden usar estas herramientas, así como otras complementarias, para evaluar con mayor alcance el impacto social y medioambiental de las inversiones de capital. Solo considerando de manera integral los aspectos económicos, sociales y medioambientales, los gobiernos podrán llevar a cabo eficientemente inversiones sostenibles e inclusivas.

Fuente: Tryggvadottir, A. & Bambalaite, I. (2021). Gender and capital budgeting. Committee of Senior Budget Officials. OCDE

jueves, 29 de abril de 2021

Análisis de la Encuesta de Población Activa (EPA) del primer trimestre de 2021 desde la perspectiva de género

Aumenta anualmente el paro en Andalucía, en valores similares para hombres y mujeres
Sube el paro en Andalucía en un 6,1% con respecto al mismo periodo de 2020, lo que supone 51.200 personas paradas más, de las cuales el 52,9% son mujeres y el 47,1%, hombres. La tasa de paro aumenta en 1,3 puntos porcentuales y se sitúa en el 22,5%. Por sexo, sigue siendo más alta la tasa femenina (26,7%), que la masculina (19,1%). En España, el desempleo sube un 10,3%, y la tasa de paro alcanza el 16%, cifrándose la tasa femenina en el 18,1%, y la masculina en el 14,1%.

Desciende el empleo con respecto al año anterior, más para las mujeres
El empleo alcanza en Andalucía a un total de 3.052.300 personas, lo que supone una variación interanual del -1,8%, es decir, 54.900 personas ocupadas menos. Por sexo, el descenso es del -2% para las mujeres y del -1,6% para los hombres. En España, el descenso es un poco más acusado, del -2,4%, con respecto al mismo periodo del año anterior. La tasa de empleo andaluza baja anualmente un punto y se sitúa en el 43,4%. Por sexo, esta tasa es de un 36,3% para las mujeres y un 50,9% para los hombres. La tasa de empleo española es del 48,5% (43,3% para las mujeres y 53,9% para los hombres).

Por sectores, se observa una subida en el empleo en la agricultura, que se cifra en un 7,8%, es decir 22.700 empleos más, siendo por sexo un 9,6% para las mujeres y un 7,2% para los hombres; y en la construcción, aumenta un 6,4% más, con 12.100 empleos en total. Se destruye empleo en la industria con un descenso del -6,4%, ámbito en el que es más acusada la bajada para las mujeres (-7,2%), y en los servicios, donde el empleo desciende un -2,9% entre las mujeres y un -3,1% para los hombres.

Baja el autoempleo por primera vez en 10 trimestres, con mayor incidencia entre las mujeres
El empleo por cuenta propia rompe por primera vez su tendencia creciente en Andalucía, al descender con respecto al mismo trimestre de 2020, en un -8,4% para las mujeres y un -4,5% para los hombres. La tasa de autoempleo se sitúa en 13,6% para las mujeres y 19,8% para los hombres.

Por tipo de contrato, bajan anualmente en Andalucía los contratos indefinidos en un total de 14.300 (-0,4% en mujeres y -1,2 en hombres), y también los temporales, siendo el descenso de -2,4% en mujeres y -0,6% en hombres. La tasa de temporalidad se sitúa en 34,3% para las mujeres y 33,3% en el caso de los hombres. En cuanto a la jornada, la tasa de empleo a tiempo completo en Andalucía sigue siendo más elevada para los hombres (93,6%) que para las mujeres (75,1%), fenómeno que ocurre a la inversa en el empleo a tiempo parcial (24,9%, mujeres y 6,4%, hombres).

Sube la inactividad y continúa bajando la actividad
Respecto al mismo trimestre de 2020, la actividad disminuyó en Andalucía un -0,1%, lo que supone 3.600 personas activas menos en un año, todas ellas hombres. La tasa de actividad femenina se sitúa en el 49,5%, y la masculina en el 62,8%.

Por su parte, la inactividad crece un 1%, lo que se traduce en 17.000 mujeres y 14.100 hombres inactivos más. Mientras aumenta la inactividad por estudios en un 3,8% para las mujeres, y en un 3,4% en el caso de los hombres; desciende la debida a dedicación a labores del hogar en un -10,7%. De las 713.200 personas inactivas por este motivo en Andalucía, el 93,8% son mujeres. También baja la inactividad por jubilación un -1,1%. Hay un total de 992.900 personas inactivas por jubilación, de las cuales el 64,8% son hombres.

martes, 30 de marzo de 2021

Avance de la presupuestación con perspectiva de género (PPG) en España

Cada año en el contexto de la Estrategia de Presupuesto y Género de la Junta de Andalucía, se lleva a cabo un seguimiento del estado en que se encuentran las distintas experiencias que en este sentido se han venido desarrollando en el conjunto de las comunidades autónomas a nivel nacional.

Para determinar el estado de las distintas iniciativas, se las clasifica según cumplan o no una serie de hitos o elementos. En primer lugar, si la administración estudiada cuenta con normativa marco en relación con los presupuestos de género (PPG). En segundo, si la norma de elaboración presupuestaria anual recoge la obligatoriedad de realizar un informe de impacto de género (IEIG). En tercer lugar, se estudia si se cuenta con una comisión interdepartamental con competencias sobre los PPG. El siguiente paso es si se elabora y publica IEIG. Y por último, se analiza si se ha puesto en marcha un mecanismo de evaluación del cumplimiento de las medidas para la igualdad de género incluidas en el presupuesto, y si existe una estrategia gubernamental que enmarque los PPG.

Actualmente, se observa que todas las comunidades autónomas han avanzado en materia de PPG. En 2020, Andalucía continúa siendo la experiencia de mayor alcance, ya que cumple todos los criterios antes descritos, incluyendo la elaboración de auditorías de género y presupuesto. Es además la que mayor tiempo continuado viene realizando el informe de evaluación de impacto de género del presupuesto (desde 2006 sin interrupción), y gracias a haber desarrollado una metodología propia de PPG y al alcance de su experiencia, es un referente en materia de presupuesto y género tanto en España como en el ámbito internacional.

Buena parte de las comunidades autónomas cumplen los requisitos de contar con normativa sobre PPG, incluir en la norma de elaboración del presupuesto anual la obligatoriedad de realizar informe de evaluación de impacto de género, contar con una comisión interdepartamental encargada de la coordinación, emisión e impulso del IEIG, y elaboración y/o publicación del informe. En esta situación se encuentran cinco comunidades autónomas: Canarias, Cantabria, Castilla-La Mancha, Extremadura y Valencia. En el caso de Cantabria, este es el primer año que se publica su informe, por lo que ha avanzado con respecto al ejercicio presupuestario anterior. Con igual desarrollo, pero sin contar con comisión interdepartamental, se encuentran otras cinco comunidades: Aragón, Asturias, Baleares, Madrid y País Vasco. Baleares también publica por primera vez el Informe para el Presupuesto 2021.

Tres comunidades autónomas, Castilla y León, Galicia y La Rioja, cumplen dos criterios: publican IEIG, y la obligación de realizarlo se recoge en la normativa de elaboración. La Comunidad de Cataluña cumple también dos criterios, ya que cuenta con legislación y hace referencia al IEIG en su orden de elaboración, pero no publica informe diferenciado, sino que solo integra el análisis en la memoria de cada programa. Finalmente, la Comunidad Foral de Navarra, recoge en su legislación la necesidad de llevar a cabo un informe de evaluación de impacto de género, y lo publica (cumple otros dos criterios).

Se observa que la comunidad autónoma de Murcia, que había venido requiriendo en su Orden de elaboración que se llevara a cabo IEIG, ya no lo hace en la Orden para el Presupuesto 2021. En conclusión, 15 de las 17 comunidades autónomas han publicado un IEIG para el Presupuesto 2021, y una, Madrid a la fecha aún se encuentra en periodo de prórroga del presupuesto del año anterior, para el que publicó el correspondiente IEIG. Dos comunidades, Cantabria y Baleares, lo publican por primera vez, por lo que han avanzado en este sentido. Y solo una comunidad, Murcia, ha retrocedido en materia de PPG. En cuanto a la Administración del Estado, viene realizando IEIG desde el año 2008, y ha publicado también el del Presupuesto 2021.

viernes, 26 de febrero de 2021

Innovación en los transportes y enfoque de género

El Foro Internacional del Transporte (ITF) ha publicado el estudio “Innovación en los transportes para un desarrollo sostenible. Una perspectiva de género”, en el que aborda el papel de la innovación del sector en la promoción de la igualdad de género, presentando los principales desafíos y proponiendo soluciones al servicio de mujeres y niñas para que el transporte sea más inclusivo y sostenible, en áreas como la aviación, el transporte terrestre y el ferrocarril, a nivel local, regional y mundial.

La innovación está transformando el sector del transporte a un ritmo sin precedentes. Se eliminan barreras al movimiento de personas y bienes, y se transforma la forma de vida y de trabajo de las personas, así como el planeta mismo. Esta innovación puede tener un impacto positivo en las mujeres como usuarias y profesionales del transporte. Como usuarias, pueden beneficiarse de los diversos servicios que brindan las tecnologías innovadoras, adaptando las opciones de movilidad a sus necesidades. Y como trabajadoras, la innovación también puede abrir nuevas oportunidades de empleo para las mujeres en el sector. Mientras tanto, la reciente crisis de Covid-19 continúa afectando de manera desproporcionada a mujeres y niñas como usuarias y trabajadoras del transporte, intensificando las desigualdades preexistentes en el sector, lo que requerirá en el futuro respuestas políticas contundentes para abordarlas.

Se ha demostrado que las mujeres tienden más que los hombres a preferir modos de transporte flexibles que faciliten el encadenamiento de viajes, realizados en ocasiones con niñas/os y otras personas dependientes (lo que se denomina "movilidad del cuidado"). Sin embargo, esto no suele incluirse en el diseño de las infraestructuras de transporte, los servicios y los vehículos. Por otra parte, las mujeres se sienten menos seguras y protegidas en sus desplazamientos, lo que las disuade de elegir el transporte público, taxis, movilidad compartida o bicicleta y caminar. Esto limita el acceso de mujeres y niñas a las escuelas, el trabajo, la salud y otros servicios públicos. La brecha de género digital limita aún más el acceso de las mujeres a soluciones innovadoras, incluidos los servicios de movilidad basados en teléfonos inteligentes. Por otra parte, aunque cada vez más mujeres siguen estudios STEM, y concretamente estudios relacionados con el transporte, la fuerte masculinización del sector, en el que las necesidades y los valores de las mujeres no se tienen a menudo en cuenta, es una de las causas de que haya pocas mujeres que eligen desarrollar su carrera profesional en este ámbito.

Contar con datos significativos y desagregados por sexo, libres de los sesgos arraigados hasta ahora en las políticas de transporte, es fundamental para un mejor conocimiento de la realidad que posibilite optimizar los efectos positivos presentes y futuros de las tecnologías innovadoras. Por ejemplo, en el contexto de los viajes urbanos, comprender qué es lo que las mujeres quieren de las ciudades y cómo esto se traduce en una visión del transporte urbano, debería estar en el centro de las políticas públicas. El informe destaca en este sentido la importancia de la cooperación público-privada para recopilar, compartir y procesar datos con información de género, en particular la gran cantidad de datos de movilidad creados por la pandemia Covid-19.

Todas estas cuestiones han de abordarse desde un enfoque holístico, que incluya gobernanza, regulación y educación. La buena gobernanza ayudará a evitar que la innovación tecnológica genere cambios en otros aspectos que no sean la equidad, la inclusión y la sostenibilidad. Para seguir el rápido ritmo de la innovación, también existe una necesidad urgente de innovar la gobernanza y crear un sistema regulador capaz de definir directrices y objetivos, y permitir la implementación de soluciones innovadoras. Finalmente, los autores del informe argumentan que el intercambio de buenas prácticas entre todos los actores en el transporte es crucial.

Fuente: https://www.itf-oecd.org/sites/default/files/docs/transport-innovation-sustainable-development-gender.pdf

viernes, 29 de enero de 2021

Análisis de la Encuesta de Población Activa (EPA) del cuarto trimestre de 2020 desde la perspectiva de género

El paro sube en Andalucía con respecto al año anterior, sobre todo para las mujeres
Andalucía cierra el último trimestre del año con una cifra total de personas paradas de 907.200, un 10,1% más que el año anterior; de esa cifra el 54,3% son mujeres y el 45,7% hombres. Además, el paro crece anualmente más para las primeras (12,5%), que para los segundos (7,4%). En España, el aumento conjunto es mayor, del 16,5%, llegando a un total de 3.719.800 personas (53,5% mujeres y 46,5% hombres), y también sube anualmente más para las mujeres (18,1%) que para los hombres (14,8%).

La tasa de paro andaluza se sitúa en el 22,7%, y es significativamente mayor para las mujeres, 27,3%, tras crecer en el año 2,9 puntos porcentuales, que para los hombres, 19% (1,2 puntos más). En España, la tasa es del 16,1% (18,3% la femenina y 14,2% la masculina), y por sexo, es, igual que en Andalucía, mayor el aumento para las mujeres (2,8 puntos) que para los hombres (1,9 puntos).

La ocupación es menor que a final de 2019, con mayor bajada para las mujeres
Por lo que respecta a la ocupación, se registraron 53.000 personas ocupadas menos que el año anterior (-1,7%), y la cifra total se sitúa en 3.083.000, con un 42,6% de mujeres y un 57,4% de hombres. El descenso anual es más drástico para ellas (-3,2%) que para ellos (-0,6%). En comparación, la bajada del número de personas empleadas es mayor en España (-3,1%), sin diferencias en esta evolución por sexo. En las cifras de ocupados la EPA incluye a los afectados por un ERTE con suspensión de empleo siguiendo la metodología de Eurostat y de la OIT.

La tasa de empleo andaluza se cifra en el 43,8%, y es considerablemente menor para las mujeres (36,5%) que para los hombres (51,4%). Además, la femenina ha bajado más en el año (-1,5 puntos) que la masculina (-0,6 puntos). En España, con tasas femenina y masculina del 43,6% y 54,3% respectivamente, baja anualmente más para los hombres (-2,1 puntos) que para las mujeres (-1,6 puntos), y la diferencia por sexo es 4,1 puntos menor a la de Andalucía.

Se crea empleo en Andalucía con respecto a 2019 en el agro (6,1% más, por sexo 7,9% el femenino y 5,5% el masculino), la industria (subida del 0,3%, con descenso para las mujeres del -2,1% y aumento para los hombres del 1,1%) y la construcción (aumenta un 3,1%, debido al aumento del 3,2% entre los hombres y sin cambios en las mujeres), y disminuye en los servicios (-3,9% para las mujeres y -2,6% para los hombres).

Sigue subiendo el autoempleo, pero baja el femenino por primera vez desde hace dos años
El autoempleo aumenta en Andalucía por noveno trimestre consecutivo (0,1%), pero por primera en ese periodo baja para las mujeres (-0,4%), mientras sube entre los hombres (0,3%), llevando la tasa de autoempleo al 17,8% (13,9% en mujeres y 20,7% en hombres). Por el contrario, baja anualmente el empleo asalariado un -2,1% (-3,6% en mujeres y -0,8% en hombres), debido principalmente al descenso del empleo temporal, en -53.800 personas (el 54,5% de las cuales eran mujeres). Aun así, la tasa de temporalidad baja anualmente -1,4 puntos, llegando al 34%. En cuanto al tipo de jornada, la tasa de empleo a tiempo parcial es del 27,7% para las mujeres y del 7,8%, observándose que crece más para ellos (1,4 puntos) que para ellas (0,7 puntos).

Suben la actividad y la inactividad
Tras dos trimestres de descenso, la población activa sube anualmente un 0,8%, y la tasa de actividad se cifra en el 50,2% para las mujeres y el 63,5% para los hombres. Aumenta también la inactividad un 0,6%, hasta 3.049.100 personas (58,7% son mujeres y 41,3% hombres). Sube la inactividad por estar estudiando un 0,3% anual, aunque solo entre los hombres (1,2%), bajando entre las mujeres (-0,6%), y por dedicación a tareas del hogar, sobre todo entre los hombres (un 22,1% frente al 1,6% de las mujeres); pese a esto, el 88,2% de las personas inactivas por este motivo son mujeres. Baja la inactividad por jubilación, un -1,2%, aunque sube para mujeres un 0,5% y baja para hombres un -2,2%.