miércoles, 29 de noviembre de 2023

Género y políticas verdes: finanzas e inversión en infraestructuras

Es un hecho cada vez más reconocido que las mujeres por lo general han de afrontar mayores riesgos a causa del cambio climático y otros fenómenos medioambientales que los hombres. Esto se debe a las diferencias en cuanto a su vulnerabilidad y exposición a peligros ambientales y ocupacionales, a las desigualdades estructurales de género y a factores socioeconómicos y culturales. Así, las mujeres tienden a verse más afectadas por el cambio climático, la deforestación, la degradación del suelo, la desertificación y la escasez de agua, especialmente en países en desarrollo. En economías desarrolladas, se enfrentan a otros riesgos, como la exposición a químicos. Aunque la igualdad de género y los objetivos medioambientales pueden reforzarse mutuamente, las conexiones entre ambiente y género no siempre han sido objeto de investigaciones adecuadas o foco de la política pública.

El informe “Apoyando el empoderamiento de las mujeres mediante las políticas y finanzas verdes” recientemente publicado por la OCDE, se centra precisamente en las sinergias entre género y políticas verdes, particularmente las financieras y de infraestructuras. Comienza el estudio dando un marco para la transversalización de género en la política medioambiental, señalando el rol clave de quienes planifican y deciden, y la necesidad de un enfoque integral para transversalizar el género en todas las áreas de acción política, incluyendo el presupuesto, la contratación y las iniciativas regulatorias. Se subraya que para una mejor definición de políticas verdes con enfoque de género es necesaria la obtención sistemática e interseccional de indicadores desagregados por sexo. Por otra parte, la integración de las agendas de justicia medioambiental e igualdad de género requiere que las voces de las mujeres, las personas jóvenes y los grupos vulnerables y en desventaja, estén representadas en los órganos de decisión.

En cuanto al área de finanzas, existen evidencias de que la inclusión de la lente de género en las finanzas sostenibles, invirtiendo en compañías diversas desde el punto de vista de género, puede proporcionar múltiples beneficios desde el punto de vista financiero, ambiental social y de igualdad entre mujeres y hombres. En el mercado de finanzas sostenibles, en rápida expansión, la llamada “Inversión ambiental, social y para la gobernanza” (ESG) es un ámbito idóneo para atender a la relación entre género y medio ambiente. Sin embargo, se observa que los ratings de ESG siguen considerando los factores que relacionan género y medio ambiente como áreas separadas, por lo que sería necesario mejorar su integración horizontal y conjunta en los tres pilares de la ESG citados, y hacerlas más explícitas, permitiendo su seguimiento y etiquetado. Actualmente, solo algunos países están desarrollando o han desarrollado taxonomías y definiciones financieras verdes y/o sostenibles, y es necesario reforzar en ellas el nexo entre objetivos sociales y ambientales.

Por último, en relación con la vinculación entre género e infraestructuras verdes, se constata que mujeres y los hombres no se benefician en igual medida de las inversiones en infraestructuras, especialmente en los países en desarrollo. Mediante la transversalización de género en la planificación, financiamiento, contratación y ejecución de las infraestructuras verdes, los gobiernos pueden asegurar que las infraestructuras sostenibles beneficien a todas las personas, a la vez que se reducen las externalidades ambientales. Una estrategia a largo plazo basada en diagnósticos de las diferentes necesidades de mujeres y hombres en el uso de infraestructuras verdes es el primer paso hacia la definición de prioridades que aúnen objetivos ambientales y de género a lo largo de todo el ciclo de vida de los proyectos.

Fuente: OECD (2022), "Supporting women’s empowerment through green policies and finance", OECD Environment Policy Papers, No. 33, OECD Publishing, Paris, https://doi.org/10.1787/16771957-en