lunes, 27 de abril de 2015

Datos de la Encuesta de Población Activa del 1T/2015 desde la perspectiva de género.



La Encuesta de Población Activa (EPA) correspondiente al primer trimestre de 2015 muestra en Andalucía un aumento del número de personas ocupadas con respecto al trimestre anterior del 0,07%, situando la cifra total en 2.683.734 personas. Este dato muestra un empeoramiento en términos de género, puesto que mientras que los hombres ocupados aumentan un 0,29%, las mujeres ocupadas disminuyen un 0,22%. En comparación con el mismo trimestre de 2014, los hombres ocupados han aumentado un 4,23%, mientras que las mujeres ocupadas lo han hecho solamente en un 0,79%.

También se observa un descenso del paro más alto en hombres que en mujeres frente al trimestre anterior (3,3% y 1,93% respectivamente). En la comparativa con el mismo trimestre del año anterior, las cifras muestran un descenso del 7,05% en los hombres parados y un aumento de las mujeres paradas de un 1,13%.

En lo que respecta a la población activa,  se ha producido una disminución del 0,84% en el número de hombres activos y del 0,86% en las mujeres. Los datos en comparación con el mismo trimestre de 2014 muestran un aumento de las mujeres activas de un 0,91% frente al 0,47% por parte de los hombres. 

Por su parte, la población inactiva masculina ha experimentado un aumento del 1,76% en comparación con el trimestre anterior, y un descenso del 0,10% en comparación con el mismo periodo del año anterior. La femenina ha aumentado un 1,08% frente al periodo anterior, y ha descendido un 0,31% frente al mismo trimestre de 2014. 

En España, la población activa desciende con respecto al último trimestre de 2014 (-0,55%), sobre todo entre las mujeres, que siendo el 46,2% del total de las personas activas, disminuyen aún más su presencia al bajar más que los hombres (un 0,64% frente a un 0,48%).  Con respecto al mismo periodo del año anterior, el número de hombres ocupados ha aumentado un 0,33%, mientras que el dato femenino ha descendido un 0,23%.

La ocupación baja en un 0,65% para ambos sexos en comparación con el trimestre anterior, y también en esta variable se agrava la brecha, con un 0,95% menos de ocupadas frente a un 0,4% menos de ocupados. Al igual que a nivel andaluz y en comparación con el mismo periodo de 2014, la ocupación ha aumentado más entre los hombres (3,87%) que entre las mujeres (1,92%).

El dato positivo del descenso del paro a nivel nacional en un 0,24%, se debe al descenso del paro en los hombres, del 0,76%, mientras que sube el paro en las mujeres, en un 0,32%. Las cifras actuales muestran un descenso del paro del 10,08% para los hombres y del 6,19% para las mujeres en comparación con el mismo trimestre del año 2014.

Finalmente, el porcentaje de hombres inactivos ha experimentado un aumento del 0,83% frente al trimestre anterior, mientras que se produce un descenso del 0,48% si la comparación se hace con el mismo trimestre del año anterior. Por parte de las mujeres, las comparativas con el trimestre anterior y con el mismo trimestre del año anterior ofrecen datos positivos  respectivamente (0,75% y 0,54%).



jueves, 9 de abril de 2015

Presupuesto y género: perspectiva histórica y situación actual. La experiencia Andaluza.


La igualdad de género es considerada un objetivo imprescindible para alcanzar la cohesión social y el avance de los derechos de la ciudadanía, pero también es cada vez más  un requisito imprescindible para obtener un crecimiento económico más eficiente que logre maximizar la inversión realizada en las personas, transformándola en competitividad y desarrollo en beneficio de toda la sociedad. 

Partiendo de este doble enfoque, el presupuesto público se presenta como una herramienta de gran potencialidad para avanzar en igualdad de género ya que es el instrumento alrededor del cual se establecen las prioridades políticas. Los presupuestos públicos con perspectiva de género (PPG) cuentan con capacidad suficiente para reorientar el gasto, reduciendo las desigualdades de género a partir del análisis de los efectos diferenciales que tienen ingresos y gastos sobre mujeres y hombres. En tiempos de contención del gasto como el actual, los PPG aportan además mayor transparencia y redundan en una mayor eficiencia y eficacia del gasto al delimitarse y priorizar mejor los objetivos de las políticas públicas y vincularlos directamente con las necesidades de mujeres y hombres. 

Los PPG fueron desarrollados por primera vez en la década de los ochenta del siglo pasado por el gobierno de Australia, y adquirieron impulso internacional al integrarse en las líneas de la Plataforma para la Acción de la IV Conferencia Mundial para el avance de las Mujeres, celebrada en Beijing en 1995, y ser asumidos por Naciones Unidas y la Unión Europea como estrategia imprescindible para avanzar en  igualdad de género.  

Más recientemente y en nuestro entorno europeo destacan experiencias como la de Austria, donde la presupuestación con enfoque de género se incluye en su Constitución Federal,  y como la acción del Women Budget Group en Reino Unido, una organización de la sociedad civil que hace seguimiento presupuestario al Gobierno.  En el norte de Italia, han prosperado iniciativas de PPG en gobiernos locales, como Ferrara, Módena y Venecia, entre otros. Destacan asimismo experiencias en corporaciones locales como las de Berlín o Viena.  

En España como resultado de la implantación de la Ley 30/2003 para la valoración de impacto de género en la normativa, se publica desde 2009 un Informe de evaluación de impacto de género del Proyecto de Ley de los Presupuestos Generales del Estado. En el ámbito autonómico, prácticamente todas las comunidades llevan a cabo la evaluación de género de su normativa, incluyendo la Ley de Presupuestos. No obstante, han dado un paso más, incluyendo el enfoque de género en sus órdenes de elaboración del Presupuesto, las comunidades de Canarias, Cantabria, Castilla-La Mancha, Cataluña, Castilla y León, Galicia, Murcia, La Rioja y, por primera vez este año, Valencia.  

Andalucía cuenta con la experiencia más completa de PPG en España por su continuidad y alcance, lo que le ha valido el reconocimiento de otras administraciones a nivel nacional e internacional. Desde 2003, año en el que se publicó la Ley 18/2003 sobre Medidas Fiscales y Administrativas, se han ido desarrollando los diferentes elementos que conforman la estrategia de PPG en Andalucía:
  • La Comisión interdepartamental de impacto de género, liderada por la Consejería competente en materia de     Hacienda,  con representación de toda la Administración.
  • La publicación del Informe de Evaluación de Impacto de Género del Presupuesto Andaluz, que forma parte de la documentación anexa al anteproyecto de Ley.
  • La aplicación de una metodología propia, el Programa G+. Esta metodología, que clasifica los programas presupuestarios según su impacto de género, ha sido tomada como modelo inspirador por numerosas administraciones y organismos internacionales como la Unión Europea, ONU Mujeres y administraciones de Europa y América Latina. 

lunes, 23 de febrero de 2015

22 de febrero, Día de la igualdad salarial



El 22 de febrero se celebra el Día de la igualdad salarial. Lamentablemente sigue siendo necesario este hito en el calendario para visibilizar la diferencia salarial entre mujeres y hombres que los datos siguen mostrando.

La brecha salarial de género es mayor en España que en Andalucía.  En 2013 la diferencia en Andalucía fue de 3.992 euros mientras que en España fue de 699 euros más, es decir, 4.691 euros, según datos de la Agencia Estatal de Administración Tributaria. En Andalucía esta brecha salarial de género se ha reducido en 684 euros desde 2010, mientras que en España la reducción ha sido solamente de 549 euros. 
 

  
Al igual que ha ocurrido en años anteriores, esta reducción de la brecha salarial entre hombres y mujeres en Andalucía y España, no se debe al crecimiento de los salarios medios que perciben las mujeres. El efecto está producido por un mayor descenso de los salarios medios que perciben los hombres entre 2010 y 2013 de lo que lo han hecho los de las mujeres: 1.251 euros en los hombres frente a 567 euros en las mujeres.

La diferencia en la brecha salarial entre hombres y mujeres es inferior entre las personas que trabajan a tiempo completo.
La brecha salarial entre los hombres y mujeres que trabajan a jornada completa asciende a 14,1%, mientras que entre quienes trabajan a tiempo parcial alcanza el 33,7%, según datos de 2012 de Eurostat. Por otra parte, los datos de la última EPA publicada (4T/2014) muestran que en Andalucía ha aumentado el número de mujeres que trabajan a tiempo parcial en 2,6 puntos porcentuales en comparación con el mismo cuatrimestre del año anterior, alcanzando el 72,3%. 

En Andalucía, del total de hombres ocupados, un 8,8% lo hacen a tiempo parcial, mientras que la cifra alcanza el 30,3% del total de mujeres ocupadas. 

Entre los motivos aducidos para trabajar a tiempo parcial, un 60,4% de las mujeres declara que el motivo es no encontrar un trabajo a tiempo completo y un 14,9% por estar cuidando a otras personas, según datos de 2013 para el conjunto nacional.

Una mayor formación por parte de las mujeres no garantiza salarios más elevados.
En 2013 en Andalucía, un 55% de las personas matriculadas en enseñanzas universitarias fueron mujeres, así como un 59% de las personas que terminaron sus estudios universitarios y el 59% del alumnado de estudios de máster.

Pero, según datos de la EPA a nivel nacional en 2012, hombres con menor formación acceden a rangos salariales más altos en comparación con las mujeres, así por ejemplo entre los hombres que se sitúan en el decil 9 (2.528,1 € a <3.255,6 € mensuales) el 57,6% tiene titulación superior, mientras que el 87,9% de las mujeres en ese decil cuenta con la misma titulación.

La brecha de género salarial es mayor en el sector privado. La brecha salarial de género en España se situó en el 15% en el sector público y en el 22,3% en el sector privado, según datos de Eurostat para 2012. Aun así, ambos sectores están afectados por los condicionantes de la brecha salarial, aunque en el sector público se den en menor medida: tipo de jornada laboral, temporalidad, grado de feminización del sector de actividad, interrupciones de la carrera laboral, desequilibrios en las labores de cuidado, falta de neutralidad en los procesos de selección o de transparencia en el sistema de remuneración o dificultad en el acceso a puestos directivos.

A mayor edad aumenta la brecha salarial de género.  
La brecha salarial de género en España se incrementa con la edad. Así, según datos de Eurostat de 2012, esta brecha alcanza es del 8,9% entre hombres y mujeres de menos de 25 años, alcanza el 12,2% entre los 25 y 34 años, aumenta al 21% entre los 45 y 54 años y ya es de 25,9% entre los 55 y 64 años.

Las pensiones también están afectadas por la brecha salarial. La brecha en las pensiones es del 34% en España y del 39% en la UE27, según un informe de la Comisión Europea[1], lo que puede explicar que la tasa de riesgo por pobreza de las mujeres supere a la de los hombres. 

Como consecuencia de la escasa participación de las mujeres en el mercado laboral en el pasado, el 34,5% de las pensiones de jubilación en Andalucía en 2013 fueron percibidas por las mujeres, frente al 65,5% por hombres. Además del número de pensiones de jubilación, también está afectado su importe medio, siendo el de las mujeres un 34,4% inferior al percibido por los hombres.