jueves, 27 de agosto de 2020

Impacto de género en los ingresos del trabajo en España: la penalización por descendiente

Tras el nacimiento del primer hijo, los ingresos percibidos por las mujeres en España caen un 11,4% en el primer año, a diferencia de los ingresos de los hombres que apenas se ven afectados por la paternidad, según señala el análisis publicado en la Serie de Documentos Ocasionales del Banco de España. Este impacto diferencial es aún mayor diez años después del nacimiento, estimándose que alcanza un 28% de los ingresos de las mujeres. La brecha salarial entre trabajadores y trabajadoras sigue siendo, hasta la fecha, un hecho innegable en todos los países. Así, según la Encuesta Anual de Estructura Salarial del INE, en España el salario medio bruto de las mujeres en 2017 representó el 78,4% del de los hombres, encontrándose entre sus principales causas el reparto desigual de las responsabilidades en la crianza de los hijos, basado en discriminaciones de género.

Utilizando datos de la Muestra Continua de Vidas Laborales de la Seguridad Social, se ha realizado un análisis sobre la existencia de una penalización por hijo/a en España, analizando diferencias entre hombres y mujeres en su perfil de ingresos tras el nacimiento del primer descendiente y utilizando datos de los registros de la vida laboral de la Seguridad Social durante el periodo 1980-2018. Para su elaboración se tomó como referencia la metodología empleada en un reciente estudio de Kleven, Landais y Søgaard (2019) sobre la situación en Dinamarca, que concluye que la mayor parte de la brecha salarial de género está vinculada a los efectos de la maternidad.

Como factores que contribuyen a esta brecha de género destaca la disminución del tiempo de trabajo de las madres tras la llegada del primer hijo, estimándose una reducción de un 9,8% del número de días trabajados el primer año y de un 23% en los 10 años siguientes, bien mediante la reducción del número de días trabajados o en el cambio a jornada a tiempo parcial o con contrato temporal.

Estos cambios afectan directamente a los ingresos anuales de los progenitores, que progresivamente dejan de converger en su nivel de ingresos percibidos desde el nacimiento del primer descendiente. La probabilidad de trabajar a tiempo parcial aumenta entre las mujeres en un 30% un año después de su primer hijo, mientras que en los hombres esa probabilidad disminuye en un 8%, afianzando el tradicional rol productivo masculino.

Otra de las conclusiones es que el nivel educativo de las mujeres incide en el grado de participación en el mercado laboral, así las mujeres con formación universitaria reaccionan a la maternidad más en el margen intensivo (trabajando a tiempo parcial), mientras que las mujeres sin formación universitaria son relativamente más propensas a hacerlo en el margen extensivo (trabajando menos días).

Comparando con la estadística de otros países y las estimaciones que se han realizado en los mismos en el estudio mencionado de Kleven, Landais y Søgaard (2019), se observa en España un coste de la penalización por descendiente similar en magnitud al encontrado en Suecia y Dinamarca, aunque con mayor persistencia. Por el contrario, la penalización española es menor que la de Reino Unido, Estados Unidos, Alemania y Austria. Por ejemplo, en el caso concreto de Dinamarca se produce un descenso en las ganancias de las mujeres de un 30% en el primer año después del primer parto, que converge a alrededor del 20% en el largo plazo, no reflejándose estos efectos en los hombres.

Fuente: De Quinto, Hospido y Sanz (2020). The child penalty in Spain. Serie Documentos Ocasionales Num. 2017. Banco de España.

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