miércoles, 30 de diciembre de 2020

Diferencias de género en los patrones de movilidad bajo la pandemia COVID-19

La pandemia de COVID-19 ha reducido de forma dramática la movilidad de la población, debido tanto a las medidas tomadas por los gobiernos para minimizar contactos personales, incluyendo viajes, cierre de colegios y negocios, y órdenes de confinamiento domiciliario, como a la propia iniciativa de las personas que voluntariamente han restringido sus movimientos por temor al contagio y por responsabilidad social. Así lo atestiguan los indicadores agregados de movilidad de compañías como Google, Apple o Goolsbee and Syverson, entre otras.

En relación con estos cambios en la movilidad, recientemente el Fondo Monetario Internacional ha publicado un informe sobre cómo se están produciendo diferencias importantes en función del sexo y la edad de las personas. Se han analizado datos a nivel provincial provistos por Vodafone en Italia, Portugal y España, que han permitido, entre otras cosas, incrementar el conocimiento sobre el desproporcionado impacto que la crisis está teniendo sobre las mujeres. Este fenómeno se evidencia en distintas áreas, atestiguando por ejemplo que las mujeres asumen en mayor medida el cuidado de hijos e hijas cuando no acuden al colegio, o que desde el punto de vista laboral, dada su mayor precariedad (mayor tasa de empleo a tiempo parcial y mayor temporalidad) es más fácil que en un contexto de crisis, como el de la pandemia actual, sean despedidas. Por otra parte, el desempleo está afectando más a las mujeres en la crisis por la COVID-19, ya que ésta ha golpeado más fuertemente sectores que requieren contacto personal, como la hostelería, el cuidado personal o el comercio minorista, tradicionalmente feminizados.

El informe sobre movilidad del FMI añade a estos efectos de la pandemia, como ya se ha señalado, la evidencia de que también hay diferencias en cuento a la movilidad, analizando sus causas, y sus consecuencias en la participación laboral de las mujeres. Se observa por ejemplo que la adopción de medidas de confinamiento domiciliario en Italia, Portugal y España, se traduce en una contracción de la movilidad que afecta más a las mujeres. Cuando el confinamiento se acompaña de cierre de los colegios, el diferencial de género aumenta, subrayando la desigualdad en el rol de cuidado de hijas e hijos por parte de las mujeres. Cruzando sexo con edad, se observa que entre la población de 24 a 45 años, un confinamiento completo reduce el número de mujeres que salen del hogar en un 26%, mientras que el de hombres lo hace en un 21%. La brecha de género es de 3,6 puntos porcentuales para las personas de 18 a 24 años y de 3,7 puntos porcentuales para las de 45 a 64 años. Para las personas en el grupo de edad de 65 años o más, la caída en la movilidad de las mujeres es estadísticamente indistinguible de la de los hombres.

Todos estos hallazgos alertan sobre un riesgo importante de agravamiento de las desigualdades de género, que requerirán políticas específicas para apoyar a las mujeres durante la pandemia, por ejemplo mediante la oferta de permisos parentales y marentales en igual medida y condiciones, para fomentar la corresponsabilidad en el cuidado de la descendencia cuando los colegios están cerrados.

Fuente: Caselli, F., Grigoli, F., Sandri, D., & Spilimbergo, A. (2020). Mobility under the COVID-19 Pandemic: Asymmetric Effects across Gender and Age (No. 753). GLO Discussion Paper. Disponible en: 
https://www.imf.org/en/Publications/WP/Issues/2020/12/11/Mobility-under-the-COVID-19-Pandemic-Asymmetric-Effects-across-Gender-and-Age-49918

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