El desigual reparto de los roles o tareas entre el hombre y la mujer que
se ha producido en las últimas décadas podría haber perjudicado la
salud de las mujeres, quienes sufren una "sobrecarga" de trabajo que ha
aumentado su estrés y generado un cambio de hábitos que ha multiplicado
determinadas patologías, como la obesidad, los accidentes
cerebrovasculares o cáncer. Además, ha empeorado su envejecimiento.
(...)
Sin embargo, no todos los cambios son negativos. El mayor nivel cultural
de la mujer y la generalización de los programas de cribado y de
medicina preventiva también han repercutido de manera importante en la
salud de la mujer.
Leer el artículo compleo en Europa Press.
No hay comentarios:
Publicar un comentario