martes, 5 de abril de 2011

La desigualdad social y laboral provoca el éxodo de la mujer rural

El "Diagnóstico de la Igualdad de Género en el Medio Rural" del Ministerio de Medio Ambiente y Medio Rural y Marino (MARM), al que ha tenido acceso Efeagro, plantea que acabar con este éxodo rural-urbano femenino exige fórmulas que favorezcan su arraigo en el territorio y combatan las "fuertes cargas" que soportan.La ministra de Medio Ambiente y Medio Rural y Marino, Rosa Aguilar, así lo explicita en el prólogo del informe, en el que señala que "todo pasa por la permanencia y el empoderamiento" de las mujeres rurales como mejor garantía contra el despoblamiento progresivo que "erosiona el patrimonio cultural y natural".

El objetivo fundamental del diagnóstico es servir de herramienta para la incorporación del enfoque de género en la Política Nacional de Desarrollo Rural, y se ha realizado a partir de encuestas a 4.645 habitantes de entre 20 y 65 años de zonas rurales.

El medio rural español abarca una superficie de 426.353 kilómetros cuadrados e integra a 6.694 municipios, en los que viven más de 8,23 millones de personas, un 49 % de los cuales son mujeres, con una tasa de empleo que no alcanza el 50 % en el caso de ellas.

En este contexto, el informe destaca que este éxodo femenino, además de aumentar la masculinización del medio rural, ha reducido el número de apoyos familiares, lo que unido a la escasez de servicios de atención, incrementa la carga de cuidados que deben soportar las mujeres que permanecen en él y merma sus posibilidades de empleo, formación y ocio.

En la actualidad, la tasa de masculinización asciende al 103,9 %, lo que supone que, por cada cien varones, hay 96,1 mujeres; aunque en la generación soporte (de 30-49 años) llega a haber 84,7 mujeres por cada cien hombres.

Otra de las razones que empujan a las mujeres a abandonar el medio rural es la situación laboral, ya que la tasa de inactividad femenina -entre 20 y 65 años- alcanza el 38,4 %, y un 77,6 % de las mismas realizan trabajo doméstico no remunerado.

Según el informe, la "organización social tradicional" expulsa del mercado de trabajo a una de cada tres mujeres rurales y las que se encuentran en activo acusan la precariedad laboral, con una marcada feminización de la contratación temporal y discontinua.

La brecha salarial, según el diagnóstico, es otro elemento importante, ya que los sueldos de las mujeres rurales cuentan con una mayor concentración, respecto a los de los hombres, en la banda salarial que va desde los ingresos inferiores a los 400 euros hasta los 800 euros.

Los sueldos de los hombres rurales se concentran, en mayor medida que los de las mujeres, en la banda desde los 800 a más de 1.800 euros.

Como corolario, el informe propone medidas para tratar de garantizar la permanencia de las mujeres en los territorios en torno a tres ejes de actuación: reducir los desequilibrios de género a escala familiar y pública, avanzar en la inserción de mujeres en el mercado laboral y mejorar la oferta de servicios.

Fuente: EFEAGRO

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