lunes, 22 de noviembre de 2010

Las barreras invisibles, el gran reto de la conciliación laboral

La gran revolución en materia de compaginación de vida personal y trabajo debe pasar obligatoriamente por un mejor aprendizaje de la gestión del tiempo y por no confundir la presencia con la eficiencia.

Cinco Días publica un resumen del desayuno "Mujer, conciliación, igualdad y vida profesional" en el que participaron varias directivas.

(...) Las barreras autoimpuestas o barreras invisibles son el gran reto que deberá afrontar la conciliación de vida laboral y personal en los próximos años. "Hablamos continuamente de la responsabilidad de las empresas, pero es evidente que muchas veces las barreras nos las ponemos nosotras mismas, y hablo también de profesionales muy cualificadas", señala Dulce Subirats, directora de Recursos Humanos de Mutua Madrileña. Subirats puso como ejemplo la delegación de determinadas tareas familiares que no debería asumir únicamente la mujer. "Al final, la mujer que hace esa renuncia lo está haciendo en sus mejores años y eso profesionalmente no se recupera. Pero si el rol personal te absorbe mucho no se puede decir que la responsabilidad sea de la empresa. En Mutua, por ejemplo, todos los hombres solicitan el permiso de paternidad".

También Ana Bujaldón, presidenta de Fedepe (Federación Española de Mujeres Directivas, Ejecutivas, Profesionales y Empresarias) se refirió al muro que levantan las barreras invisibles y a la necesidad de avanzar en las políticas que faciliten el cuidado de niños y mayores. "Entre los 30 y los 40 años las mujeres son sospechosas de quedarse embarazadas y no se cuenta con ellas. Lo que queremos decir es que queremos poder elegir". Del mismo modo, Teresa Paz-Ares, socia del bufete Uría Menéndez, insistió en que existe una "apuesta institucional" de las empresas plasmada en estatutos y planes de conciliación, pero que ésta contrasta a menudo con esas barreras que el propio profesional se impone. "Tenemos que empezar a darnos cuenta de que no pasa nada por adelantar una reunión. El camino hacia la conciliación debe pasar por la eficiencia y este discurso sirve tanto para hombres como para mujeres: es necesario terminar el trabajo a una hora razonable", apuntó.

Pese a que el balance de lo conseguido en los últimos años es enormemente positivo, todavía queda camino por recorrer. Como recordó Esther Sánchez, profesora titular del departamento de Derecho Privado de Esade, hay una gran diferencia entre la situación de las grandes empresas y la de las pymes, donde se ha avanzado "relativamente". También existe otra importante asignatura pendiente: la presencia de mujeres en la cúpula de las compañías. "Las mujeres que acceden a consejos lo hacen a menudo en puestos no ejecutivos y de una forma casi cosmética", señaló Sánchez.

En ese sentido, Ana Céspedes, directora corporativa de Merck, hizo alusión al elevado número de directivas que ejercen mandos intermedios en contraste con las que lo hacen en niveles superiores. "Se ve que ha habido una evolución importante en este aspecto, pero en los mandos superiores todavía faltan mujeres. Sigue sin sorprender el acudir a un debate importante y encontrar únicamente a hombres".

La mejor manera de ejemplificar el cambio que se ha producido en los últimos años es echar mano de la experiencia personal. Marisa Manzano, directora comercial de Microsoft Advertising, recuerda que cuando comenzó a trabajar fue ascendida muy rápidamente a un puesto directivo y ello la obligó a viajar a menudo en el puente aéreo. "Muchas veces era la única mujer que hacía el trayecto y como era muy joven estoy convencida de que los demás pensaban que era una secretaria. Hoy el 50% de los asientos del puente aéreo están ocupados por mujeres". Tras explicar que más de la mitad de su equipo lo forman profesionales femeninas, Manzano hace hincapié en que a veces son las propias mujeres las que prefieren no acceder a ciertas posiciones. "En ocasiones me cuesta ascender a mujeres por su propia elección personal. Hay profesionales que prefieren dedicar unos años al cuidado de sus hijos, eso también es una realidad".

Leer el artículo completo en Cinco Días.

No hay comentarios:

Publicar un comentario